Conozco muy pocos libros en los que el nombre del autor original haya acabo siendo incluido en el propio título. El “Brock” (Brock Biology of Microorganisms) va ya por su 16ª edición. Muchos de nosotros hemos estudiado o enseñado microbiología con el pionero libro de texto Biology of Microorganisms que publicó por primera vez Thomas Brock en 1970. El pasado día 4 de abril falleció a los 95 años de edad.
Brock puede considerarse fácilmente el padre de la microbiología extremófila. Fue pionero en el estudio de los microbios que viven y necesitan altas temperaturas, los hipertermófilos, al investigar los manantiales de aguas termales del Parque Nacional Yellowstone, en Estados Unidos. A fines de los 1960, Brock descubrió la existencia de proteínas y ácidos nucleicos en las aguas termales a altas temperaturas y propuso que no eran restos minerales sin más sino que correspondían a microorganismos que requerían esas temperaturas para su crecimiento. Los resultados de su trabajo se publicaron en un artículo en mayo de 1967 (Micro-organisms adapted to High Temperatures. Thomas D Brock. Nature 1967, 214: 882–885), que ha acabo siendo fundamental para entender la evolución de los microorganismos.
Una de esa bacterias descubiertas por Brock fue Thermocrinis ruber, un quimiolitotrofo capaz de oxidar el azufre y utilizar el oxígeno como aceptor de electrones, y cuya temperatura óptima de crecimiento es 80ºC. Y otro representante de los hipertemófilos, Thermus aquaticus, también fue descubierto por Brock en Yellowstone. Esta bacteria fue la fuente de la famosa Taq DNA polimerasa empleada en la técnica de la PCR.
Brock fue profesor asistente de bacteriología en la Universidad de Indiana, donde llegó a ser catedrático en 1964. Posteriormente se trasladó a la Universidad de Wisconsin-Madison donde fue director del Departamento de Bacteriología y acabó como profesor emérito. Descanse en paz, maestro.
ILG
Aún no hay comentarios, ¡añada su voz abajo!